| MARCA ARCER

ARCER es una marca corporativa para productos de acero con características especiales de ductilidad utilizados como armaduras pasivas en el hormigón. La marca ARCER surge motivada por el deseo de crear un elemento diferenciador dentro de los aceros certificados. Tiene carácter voluntario, acoge a aquellos fabricantes interesados en la innovación y el desarrollo de sus productos.

La Marca ARCER para barras corrugadas con características especiales de ductilidad, es una marca de conformidad de estos productos con el  vigente Código Estructural, las normas UNE 36065 y UNE-EN 10080 y una serie de valores añadidos enfocados a garantizar un producto de una calidad superior en cuanto a exigencias técnicas y un mayor aseguramiento de la responsabilidad civil del fabricante.

La Marca ARCER garantiza que los aceros amparados por la misma satisfacen un determinado diagrama característico tensión-deformación para valores de la deformación superiores a los establecidos en el Código Estructural. La definición de estos diagramas se ha realizado en base a una amplia investigación, con más de 18.000 ensayos de tracción, y han permitido poner de manifiesto que los aceros SD con marca ARCER presentan una tenacidad a la fractura muy superior a la correspondiente a los requisitos establecidos en el Código Estructural.

Aceros con características especiales de ductilidad

A medida que se conoce más el comportamiento de las estructuras de hormigón, surgen métodos de cálculo, cada vez más rigurosos, que tratan  de reproducir con mayor fidelidad los fenómenos observados en la experimentación.

Al mismo tiempo, los materiales que forman parte de la estructura, van variando sus propiedades para adaptarse a las exigencias requeridas por el cálculo. En el caso particular de las armaduras, la evolución de sus características ha sido más significativa si cabe, por la  influencia  que ejercen tanto en la sección como en la estructura completa.

Por ejemplo, el desarrollo de los métodos de cálculo en rotura elevó las exigencias del límite elástico y las propiedades de adherencia. En la actualidad, la aplicación de los métodos no lineales y de redistribución limitada precisan de secciones con una capacidad suficiente de giro y deformación. Para ello, se requieren armaduras con unas características que, globalmente, definen el concepto de "ductilidad".

La importancia de la ductilidad se ha incrementado en los últimos años, debido, en primer lugar, a los trabajos de investigación desarrollados y a su posterior aplicación al campo de la construcción. A  ello se une un mayor conocimiento del comportamiento de las estructuras, y, en especial, las ubicadas en zonas de alto riesgo sísmico, que demandan una mayor absorción de energía antes del colapso, lo que implica una capacidad superior de deformación que se traduce en un incremento en las exigencias de ductilidad de las armaduras que las forman.

Por otro lado, una estructura dúctil permite redistribuir los efectos de las acciones; así cuando una determinada sección de la pieza alcanza su máxima respuesta resistente frente a una solicitación, las secciones contiguas, menos cargadas, podrán absorber el incremento de la misma, lo que permitirá soportar cargas más altas y un mejor aprovechamiento de los materiales que forman la estructura. La ductilidad proporciona una mayor seguridad al aumentar la carga última de rotura y permitir importantes deformaciones; en definitiva, aumenta la resistencia de una estructura frente al colapso.

En resumen, podría decirse que la ductilidad es un requisito deseable en todas las ocasiones, siendo indispensable en algunas, como en estructuras ubicadas en zonas sísmicas, y va asociada al comportamiento hasta rotura de los materiales; es decir, en el caso del acero, tanto a la fase elástica lineal, como a la plástica no lineal, de su curva de tracción.